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Bocchi The Rock! (2022): El solo de la ansiedad

[A-Review]

Kesoku Band, de Bocchi The Rock!
Videos subidos por varios. También los puedes ver acá.

En la temporada del otoño boreal del 2022 en Japón los aficionados tenían como sus animes más esperados a Chainsaw man, la segunda parte de Spy x Family y una nueva temporada de Boku no Hero Academy. Más abajo un remake de Urusei Yatsura, nuevas temporadas de Golden Kamuy y de Mob Psycho 100, más otra de Jojo’s Bizarre Adventure. Incluso volvía el universo de The Tatami Galaxy con The Tatami Time Machine Blues.

Lo que nadie esperaba era que una pequeña adaptación de un yonkoma no muy conocido acerca de una chica de preparatoria con ansiedad social que entra en una banda de rock terminara destacando como destacó. “La opacadora de shonens” le llamaron incluso, cuando consistentemente superaba al Chico Motosierra en los tops de esos días. Esa fue Bocchi La Roca!… digo, Bocchi The Rock!

Intro

Convengamos en que su historia no es para nada llamativa.

Tenemos a Hitori Gotou, una chica que, como dije arriba, tiene un nivel de ansiedad social que le dificulta interactuar con otras personas. Ni amigos ni nada, su vida social es sólo su familia. Vamos, que ya se pueden dar una idea. En los últimos tiempos el anime nos ha dado varias protagonistas con el mismo handicap variando en sus acercamientos a esa condición, desde el más inmediato referente que tuvo éxito, Komi-san de Komi-san No Puede Comunicarse (2021), con su visión almibarada de lo que es ponerse de los nervios para contestar un hola; más atrás Tomoko de Watamote (2013), con su enfoque más descarnado rayando en la autohumillación, o incluso la Bocchi de Hitori Bocchi no Marumaru Seikatsu (2019), que está en un punto intermedio en este Multiverso de la Ansiedad.

Bocchi The Rock! bebe de todas esas influencias, entre otras, incluyendo al clásico K-On! (2009) como lejana inspiración en la parte de seguir las interacciones de unas colegialas que han formado una banda de música.

Estribillo

De este sancocho surge la hermana mayor de la familia Gotou, quien una tarde viendo televisión en su casa con su familia acierta con un programa de entrevistas que tiene como invitados a una banda de rock. Uno de los integrantes cuenta que en su vida escolar era muy solitario y no tenía amigos, lo que le llevó a incursionar en la musica, porque en ese ambiente, “hasta un introvertido puede brillar”.

Hitori se pone en modo “sí soy”, se le prende el foco y le pide prestada su guitarra eléctrica a su padre, una muy decente Gibson Les Paul, y pasa los siguientes dos años aprendiendo a tocarla por su cuenta. Y como para lograr maestría en algo lo principal es practicar constantemente, logra un muy buen nivel. Pero sigue siendo ella y eso no le alcanza ni para atreverse a unirse a una banda ni para tocar en público, limitándose a subir covers de canciones populares al canal de YouTube abierto por su padre llamado Guitarhero, donde también se acostumbra a simular que es una chica sociable que va con sus amigas al karaoke y que incluso tiene novio.

Y así llega a la preparatoria con 15 años, cuando se le ocurre llevar su guitarra a la escuela y esperar que alguien se le acerque a conversar con ella. Su plan falla para atraer a sus compañeras, pero en eso que se detiene a autocompadecerse en un parque solitario una chica rubia sale de la nada y le pregunta si sabe tocar guitarra. Hitori dice algo que se puede interpretar como un sí, y la otra chica, que se llama Nijika Ijichi, se presenta como baterista en una banda y que necesitan urgentemente una guitarrista para un concierto porque la que tenían ha abandonado. Y así Hitori es adoptada.

La banda se llama Kessoku Band, siendo la tercera integrante, la bajista y eterna deudora Ryo Yamada. A poco se les une la energética y extrovertida Ikuyo Kita como segunda guitarrista y vocalista, y la historia se limita a seguir el día a día de este grupo, tanto en el estrechamiento de sus lazos de compañerismo como en su trabajo en el club Starry, un pequeño local nocturno regentado por la hermana mayor de Nijika, Seika, pero sobretodo el desarrollo de Hitori como persona funcional.

Hitori, apodada ahora Bocchi, ve cómo su sueño se está cumpliendo, aunque el camino será aún largo y nada escaso de dificultades.

Puente

Con Bocchi The Rock! estamos, pues, frente a un slice of life musical, y por ello la mención más arriba a K-On! También porque el elemento slice es lo más relevante, estando la parte musical a menudo como un pretexto para sacar a los personajes de la típica dinámica escolar o romántica. Varones no hay o sólo están por allí de fondo.

Un reto es el de ser la adaptación de un yonkoma, esos mangas formados por una sucesion de 4 viñetas que fuerzan para desarrollar un único gag en ese poco espacio. Pasarlos al anime por su carácter espasmódico tiende a que lo más usual sea que cada capítulo no pase de ser una sucesión de chistes a menudo randoms, como Nichijou, o a lo mucho para extenderlos a capítulos divididos en dos, como en B Gata H kei (ejemplos sacados de anteriores animes reseñados en este humilde blog).

Sin embargo el director y su equipo creativo, sobreponiéndose a esas dificultades del material original, logran darle una continuidad más orgánica a cada episodio, extendiendo los chistes donde conviene y haciendo de la necesidad (léase magro presupuesto), virtud, innovando al insertar secuencias experimentales que le dan a la animación una mayor variedad y ritmo.

(Nota especial a las secuencias donde los personajes tocan sus instrumentos, que se llevan buena parte del presupuesto para darles una buena representación, echando mano de rotoscopia y ángulos de cámara usados con soltura).

Pero un slice of life no sería nada si sus personajes no son carismáticos, y en ese apartado la adaptación, sin separarse de ciertos clichés, logra darles a todos su propio brillo, sobretodo a la protagonista, que aunque la mayor parte del tiempo te dan risa sus sobrerreacciones, a menudo terminas empatizando con ella, pues ¿quién no se ha sentido inseguro o haciéndose películas enteras en su cabeza de puro miedo e inseguridad?

Es satisfactorio verla dando cada pasito. El desarrollo de Htori es constante y progresivo. La Bocchi del último episodio no es la misma que la del primero, y eso es lo mínimo que una historia necesita. Pero es claro que aún le falta mucho. La esperanza está allí y acaso los sueños de ella y de sus compañeras de la banda sí se vayan a cumplir.

Hasta los secundarios tienen su encanto, como la “borrachita” Kikuri Hiroi, cuya presencia en la trama del desarrollo de la protagonista tiene su peso, sirviendo en cierta forma como un contrapunto de la personalidad de Bocchi.

Outro

Meme de Bocchi The Rock!Bocchi The Rock! es un anime que llegó con toda la frescura del mundo a crearse un fandom de la nada, que celebraron su momento “yo soy el” del capítulo 8 con sus buenos memazos (que clips memeables tiene hasta para regalar), que luego de su incursión cual estrella fugaz en esa temporada tan cargada, confirmó que el estudio que la animó, Cloverworks, tuvo en el 2022 su año (Akebi-chan no Sailor Fuku, Sono Bisque Doll wa Koi wo Suru, la mitad de Spy x Family…).

Mención de apreciación para el director que escogieron para llevar la batuta de este proyecto, el debutante Keichirou Saitou, un artesano competente e inspirado… No sé quien tuvo la idea de confiar en él, pero se merece un aumento. No por nada después es este éxito, la productora Madhouse con la ambición de regresar a sus días de gloria lo fichó para ponerlo a cargo de Sousou no Frieren (2023), uno de los animes más bonitos y bien hechos de los últimos tiempos. Apuesta fuerte que le está dando buenos réditos.

Con poco o mucho presupuesto, Saitou-sensei, sabe lo que hace. Hay que seguirlo de cerca, que acaso estemos ante la carrera inicial de uno de los nuevos jóvenes pilares de una industria que necesita renovarse.

Por el momento no hay señas de una segunda temporada, sólo de dos películas recopilatorias para este año, pero ya queda Bocchi The Rock! como ejemplo de buen oficio… y siempre es divertida verla.

Bocchi bugeada
Esta escena y la del solo en el primer concierto fueron las que me engancharon

La Yapa:

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